Publicado en: 28/04/2024
Con el 46% de la población mayor de 25 años sin completar la educación básica, la educación en Brasil aún está lejos de alcanzar las metas propuestas por el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 4 (ODS 4) de las Naciones Unidas (ONU), que busca garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad para todos y todas.
Según datos de la Encuesta Nacional por Muestra de Domicilios (Pnad) – recientemente publicada por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) – en 2023, Brasil contaba con 9,3 millones de personas de 15 años o más analfabetas, con una tasa de analfabetismo del 5,4%. Factores como la falta de estructura para la enseñanza, el abandono escolar y la disminución de la inversión en políticas educativas fueron señalados por la investigación como algunos de los responsables de los resultados negativos.
Aunque las tasas de analfabetismo han disminuido en comparación con años anteriores, y la tasa de escolarización de niños de hasta 5 años ha aumentado, así como la proporción de personas de 25 años o más que han completado la educación básica obligatoria, otros indicadores de la encuesta son preocupantes.
Además de los índices que se han mantenido estables, como el promedio de años de estudio de las personas de 25 años o más, otros muestran retrocesos, como la menor cantidad de personas de 6 a 14 años asistiendo a la escuela primaria. Los índices que no mejoran o retroceden pueden ser precisamente los que indican que el país no avanza lo suficientemente rápido para alcanzar las metas del ODS 4.
Los nuevos datos del IBGE muestran que la predicción hecha en 2018 por el Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA) puede estar muy lejos de ser alcanzada realmente. Basándose en el potencial del Plan Nacional de Educación (PNE), el Instituto calculó que el país alcanzaría el 70% de las metas relacionadas con el ODS 4 aún en 2024, seis años antes de la Agenda 2030. Pero las grandes desigualdades aún presentes en la educación de Brasil parecen indicar lo contrario.
En medio del actual panorama educativo en Brasil, iniciativas y proyectos de capacitación y educación formal y no formal se han destacado como apoyo al proceso educativo, tanto para educadores como para estudiantes (jóvenes y adultos).
Dispuestas a contribuir con la meta de educación de calidad de la ONU, empresas e instituciones están proponiendo acciones que fomentan el aprendizaje y colaboran con la capacitación. Un ejemplo de ello es la plataforma Ecofalante, que proporciona materiales para profesionales de la educación, con el objetivo de difundir el conocimiento en el aula y promover el desarrollo sostenible del planeta a través de la educación y la cultura.
Además de colaborar de manera lúdica con el aprendizaje formal y no formal, otros proyectos también contribuyen al proceso educativo mediante la difusión del conocimiento y la sensibilización de niños y adultos sobre la importancia de la preservación del planeta. Así, combinan los objetivos del ODS 4 con los objetivos relacionados con el medio ambiente – como lograr ciudades y comunidades sostenibles (ODS 11) y combatir el cambio climático (ODS 13).
Este es el caso de programas como los que se están llevando a cabo con niños de la red municipal de Vitória (ES), dirigidos a sensibilizar sobre la preservación del ecosistema local, y de programas de educación no formal como los que Synergia Socioambiental ya ha realizado en otras comunidades.
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