artículo

Índice de Desarrollo Familiar (IDF): uso de indicadores sociales sintéticos agrupados en un único índice

Publicado en: 26/05/2022

El Índice de Desarrollo Familiar (IDF) del Registro Único de Programas Sociales del Gobierno Federal (CadÚnico) ha sido ampliamente citado en estudios académicos sobre pobreza y políticas sociales.

Para Synergia, el índice tiene una importante función en la realización de trabajos técnicos, mostrándose como un indicador social sintético aplicable también a los retos que se plantean en el sector privado. En particular, cuando el interés de la empresa es compensar los impactos adversos que afectan a personas, familias y/o comunidades en situación de vulnerabilidad a través de medidas diferenciadas.

Pero antes de hablar propiamente del IDF, vale la pena traer a colación algunas observaciones sobre el uso de los indicadores sociales sintéticos en su conjunto, demostrando su proceso de construcción y su aplicación efectiva. Para ello, ilustraremos, a través del trabajo realizado por Synergia, cómo se pueden utilizar estos índices.

Indicadores sociales sintéticos y el Índice de Desarrollo Familiar

Synergia ha trabajado ampliamente con soluciones técnicas que exploran el uso de indicadores sociales sintéticos, ya sea en la elaboración de diagnósticos (individuales, por grupos de interés, locales y/o municipales), dirigir las inversiones sociales, planificar los servicios a las familias afectadas por los proyectos (criterios de priorización), supervisar y evaluar los programas sociales y medioambientales, entre otros.

Existen varios métodos para construir indicadores sociales sintéticos. Todos tienen en común la lógica de agrupar una serie de indicadores básicos, asignar límites (inferior y superior) y pesos estadísticos. Muchos de ellos ya son conocidos y se publican a diario en los medios de comunicación. Ellos son:

  • Índice de Desarrollo Humano Municipal (IDH-M) – PNUD, Ipea y FJP;
  • Índice de Condiciones de Vida Municipal (ICV) – PNUD, Ipea y FJP;
  • Índice Paulista de Responsabilidad Social (IPRS) – Fundación SEADE;
  • Índice de Vulnerabilidad Social Paulista (IPVS) – Fundación SEADE;
  • Índice de Desarrollo de la Educación Básica (IDEB) – Inep;
  • Índice de Desarrollo Municipal de FIRJAN (IFDM) – Federación de Industrias de Rio de Janeiro.

Es en este contexto donde el Índice de Desarrollo Familiar adquiere protagonismo.

El Índice de Desarrollo Familiar. Familia en la pobreza. Foto: EL PAÍS
El Índice de Desarrollo Familiar (IDF) permite destacar las condiciones de vida de las personas, las familias y/o las comunidades. Foto: EL PAÍS

El IDF agrega diferentes medios por los que los hogares satisfacen sus necesidades. Su valor varía de cero a uno (0 – 1), cuanto mejores sean las condiciones de la familia, más cerca de uno (1) estará su indicador.

El Índice de Desarrollo Familiar se elaboró a partir de 41 indicadores básicos, 22 componentes y 6 dimensiones, como se muestra en el Gráfico 1. Cada componente se calcula mediante la media aritmética de sus indicadores. Asimismo, cada dimensión se calcula por la media aritmética de sus componentes y, por último, el indicador sintético se calcula por la media aritmética de sus dimensiones. En otras palabras, el IDF trata todas las dimensiones y componentes de forma simétrica.

Dimensión Componente Indicador
Vulnerabilidad Embarazo y lactancia Ausencia de embarazadas
Ausencia de madres lactantes
Niños, adolescentes y jóvenes Ausencia de niños (0 – 6 años)
Ausencia de niños y adolescentes (7-14 años)
Ausencia de niños, adolescentes y jóvenes (7-17 años)
Discapacitados y personas mayores Ausencia de personas discapacitadas
Ausencia de personas mayores
Dependencia económica Presencia de un cónyuge
Más de la mitad de los afiliados están en edad de trabajar
Acceso al conocimiento Analfabetismo Ausencia de adultos analfabetos
Ausencia de adultos analfabetos funcionales
Escolarización Presencia de al menos una persona adulta con educación básica completa
Presencia de al menos una persona adulta con estudios secundarios completos
Presencia de al menos una persona adulta con cierta educación superior
Acceso al trabajo Disponibilidad para trabajar Más de la mitad de los afiliados en edad de trabajar están empleados
Calidad de los puestos de trabajo Presencia de al menos una persona empleada en el sector formal
Presencia de al menos una persona dedicada a una actividad no agrícola
Remuneración Presencia de al menos una persona empleada con ingresos superiores a 1 SM
Presencia de al menos una persona empleada con ingresos superiores a 2 SM
Disponibilidad de recursos Pobreza extrema Gasto familiar per cápita por encima del umbral de pobreza extrema (1/4 SM)
Ingreso familiar per cápita por encima del umbral de pobreza extrema (1/4 SM)
Gasto en alimentos por encima del umbral de pobreza extrema (1/4 SM)
Pobreza Gasto familiar per cápita por encima del umbral de pobreza (1/2 SM)
Ingreso familiar per cápita por encima del umbral de pobreza (1/2 SM)
Capacidad de generación de ingresos La mayoría de los ingresos no provienen de las transferencias
Desarrollo infantil Trabajo infantil Ausencia de menos un hijo menor de 10 años trabajando
Ausencia de menos un hijo menor de 16 años trabajando
Acceso a la escuela Ausencia de al menos un niño de 0 a 6 años fuera de la escuela
Ausencia de al menos un niño de 7 a 14 años fuera de la escuela
Ausencia de al menos un niño de 7 a 17 años fuera de la escuela
Progreso escolar Ausencia de al menos un hijo de hasta 14 años con más de 2 años de retraso
Ausencia de al menos un/a adolescente analfabeto/a de entre 10 y 14 años
Ausencia de al menos un/a joven analfabeto/a de entre 15 y 17 años
Condiciones de la vivienda Propiedad de la vivienda Vivienda propio
Vivienda propia, alquilada y ocupada
Déficit habitacional Densidad de hasta dos residentes por dormitorio
Habitabilidad Material de construcción permanente
Acceso adecuado al agua Suministro adecuado de agua
Acceso adecuado a saneamiento y alcantarillado Alcantarillado sanitario adecuado
Acceso a la recolección de basura La basura se retira
Acceso a la electricidad Acceso a la electricidad

Tabla 1 – Dimensiones, componentes e indicadores del Índice de Desarrollo Familiar (IDF). Fuente: Adaptado de BARROS et al, 2009.

Cómo interpretar los resultados obtenidos del Índice de Desarrollo Familiar

La «vulnerabilidad» de una familia puede estar asociada al volumen adicional de recursos que requiere para satisfacer necesidades especiales en relación con lo que requeriría una familia estándar.

Entre los posibles ejemplos, la presencia de mujeres embarazadas o en periodo de lactancia en la familia requiere necesidades especiales de nutrición y atención médica. Las familias con niños, adolescentes y jóvenes incurren en gastos adicionales relacionados con la transmisión de normas, hábitos de vida, cuidados diarios y necesidades educativas y médicas específicas. Las personas con discapacidad necesitan seguridad, cuidados diarios y atención médica especializada (BARROS et al., 2009)[1].

Las otras dimensiones del IDF contemplan otros medios de los que puede disponer una familia para satisfacer sus necesidades, por ejemplo, el «acceso al conocimiento», que incluye componentes e indicadores básicos sobre el analfabetismo y la escolarización.

El «acceso al trabajo» representa la oportunidad que tienen las personas de utilizar su capacidad productiva y, por lo tanto, reúne datos sobre la disponibilidad de trabajo, la calidad del mismo y la remuneración.

Muchas de las necesidades de las familias pueden ser satisfechas a través de bienes y servicios adquiridos en el mercado, por lo que los indicadores de insuficiencia de ingresos se convierten en un recurso fundamental para determinar el bienestar y contemplan la dimensión de «disponibilidad de recursos».

Es importante diferenciar la parte de los ingresos autogenerados de la parte de los ingresos que se reciben como transferencias del gobierno y de otros hogares, midiendo así la sostenibilidad y el grado de independencia financiera de ese hogar.

Uno de los principales objetivos de cualquier sociedad es garantizar a todos los niños oportunidades para su pleno desarrollo. La dimensión «desarrollo infantil» recoge información sobre el trabajo infantil, el acceso a la escuela y el progreso escolar.

Por último, las «condiciones de vivienda» representan las condiciones de vida de una familia y están estrechamente relacionadas con las condiciones de salud, agrupando los componentes sobre la propiedad, el déficit habitacional, el refugio, el acceso al suministro de agua, el acceso al saneamiento, el acceso a la recolección de basura y el acceso a la energía eléctrica (BARROS et al., 2009).

Cómo utiliza Synergia el Índice de Desarrollo Familiar

Synergia ya ha utilizado el Índice de Desarrollo Familiar en varios contextos.

Para la elaboración de diagnósticos, por ejemplo, el indicador permite realizar análisis territoriales a diferentes niveles (local, regional y municipal), por grupos de interés (impactos comunes o criterios de similitud) y diagnósticos individualizados (familias).

Una de las ventajas del IDF es la posibilidad de comparar los resultados producidos sobre el terreno (datos primarios) y las fuentes secundarias. A la hora de diagnosticar las principales necesidades de una comunidad, se pueden comparar con el municipio al que pertenece, como se muestra en el ejemplo hipotético del Gráfico 1.

El Índice de Desarrollo Familiar. Comparación hipotética de las IDF y sus dimensiones
Gráfico 1. Comparación hipotética del IDF y sus dimensiones entre la comunidad A y el municipio al que pertenece. Fuente: Synergia

Se puede ver una comunidad con condiciones de vida aún peores que las del municipio donde se encuentra. Los datos municipales se pueden obtener en el Registro Único para Programas Sociales del Gobierno Federal (CadÚnico), del Ministerio de Ciudadanía.

El CadÚnico, además de seleccionar a las familias para los programas de transferencia de efectivo, también funciona como un censo de la población más pobre del país, ya que recoge información sobre 33,7 millones de familias con una renta per cápita de hasta medio salario mínimo o una renta familiar total de 3 salarios mínimos.

En otras palabras, el indicador es una herramienta interesante para orientar las inversiones sociales de las empresas privadas, al igual que el CadÚnico lo utiliza para elegir las intervenciones más eficaces y evaluar el impacto de las mismas (actuación de las administraciones locales).

En los trabajos de desalojo involuntario de personas, familias y/o comunidades impactadas por empresas, el indicador se muestra eficaz para identificar la necesidad de asistencia asistida a través de programas que buscan restablecer los medios de vida, como apoyo complementario al pago de compensaciones monetarias.

En la propia planificación de la asistencia a las familias desplazadas física y económicamente, el IDF puede utilizarse como criterio de priorización, ya que permite una comparación isonómica. Su valor va de cero a uno. Cuanto peores sean las condiciones socioeconómicas de la familia, más cerca de cero estará su indicador y, por lo tanto, mayor será la urgencia de reparar los impactos del desalojo.

El siguiente gráfico ejemplifica, a través de datos hipotéticos, la comparación del IDF entre la familia A (0,39) y el conjunto de familias impactadas (0,59). Se puede observar que la familia en cuestión se encuentra en una situación de desventaja en comparación con otras familias afectadas, especialmente en lo que respecta a las dimensiones de acceso al trabajo, acceso al conocimiento y disponibilidad de recursos.

Comparación hipotética del Índice de Desarrollo Familiar y sus dimensiones
Gráfico 2. Comparación hipotética del IDF y sus dimensiones entre la familia A y el total de familias impactadas. Fuente: Synergia

La modalidad de asistencia asistida incluye programas de acompañamiento social (incluyendo apoyo psicosocial), búsqueda de inmuebles adecuados a las necesidades de la familia, preservación de prácticas sociales y organizativas, reestructuración productiva, planes de negocio, entre otras medidas diferenciadas que se aplican a las familias en situación de vulnerabilidad.

Se reconoce la importancia de prestar especial atención a los grupos desfavorecidos cuyas necesidades básicas no están cubiertas. Una vez más, el IDF se muestra como una importante herramienta de análisis para identificar las principales necesidades de la familia y, por lo tanto, para clasificarla como público de interés para los programas destinados a restablecer las condiciones de vida.

Con el fin de supervisar y evaluar el resultado de dichas medidas de servicio, Synergia ya ha incorporado el IDF a los sistemas de seguimiento de indicadores con el objetivo de mostrar las condiciones de vida de las personas, las familias y/o las comunidades impactadas en niveles equivalentes o mejores a los verificados antes del proceso de desalojo involuntario.

El IDF permite el análisis comparativo entre la situación antes (línea de base de diagnóstico) y después de la ejecución del plan de servicio (en general, mediante campañas periódicas a lo largo de 24 meses).

En ocasiones, los programas de seguimiento de indicadores están vinculados a las condiciones de las licencias ambientales y el uso del IDF confiere fiabilidad técnica a los organismos responsables en la medición de los resultados.

¿Cómo pueden contribuir a la toma de decisiones el uso de indicadores sociales sintéticos y el IDF?

Este artículo pretende compartir algunas soluciones técnicas ya exploradas en Synergia mediante indicadores sociales sintéticos. En particular, el Índice de Desarrollo Familiar (IDF) ha sido explorado en el análisis territorial, por grupos de interés y diagnósticos individualizados.

En los trabajos de traslado involuntario de familias, el indicador es eficaz para identificar las situaciones de vulnerabilidad y la necesidad de cuidados asistidos.

Durante la planificación de los programas complementarios a la compensación monetaria, el IDF puede utilizarse como criterio de priorización, ya que permite una comparación isonómica.

Para el seguimiento y evaluación de los resultados de estas medidas de atención, la IDF permite mostrar las condiciones de vida de las personas, familias y/o comunidades impactadas en niveles equivalentes o mejores a los verificados antes del proceso de desalojo.

Ciertamente, el texto no agota las posibilidades de utilización del IDF, ni considera que sea el único indicador posible para los tipos de trabajo citados. Lo que pretendemos destacar es el método de construcción de indicadores sociales sintéticos, a través de la lógica de agrupación de indicadores básicos, definición de límites (inferior y superior) y atribución de pesos estadísticos.

Debemos considerar que la transformación de los datos en información útil y conocimiento compartido son procesos continuos. Pero ¿de qué sirve la acumulación de datos si no se aplican a soluciones prácticas experimentadas en los territorios en los que operamos? ¿De qué sirve una encuesta catastral de personas, familias y/o comunidades cuando no exploramos su función de diagnóstico y medición de los fenómenos investigados?

Ante la aparición de una nueva cultura de los indicadores, donde la gestión de la información asume un papel central en la evaluación de los impactos, el dominio de las fuentes de datos cuantitativos se ha convertido en algo fundamental para medir el alcance de las acciones realizadas.

La época en la que los dirigentes de la gestión pública y de la empresa privada podían tomar decisiones sin evaluar las externalidades producidas en las colectividades que gobiernan o influyen ha desaparecido.

Quién sabe, los ejemplos traídos en este artículo pueden servir de incentivo para la construcción de nuevos índices, capaces de medir los fenómenos investigados, subsidiando el proceso de toma de decisiones y midiendo el alcance de las acciones realizadas.

 

Texto elaborado por Vinicius Corrêa – Director de Proyectos 

 

 

[1] BARROS, R. P.; CARVALHO, M.; MENDONÇA, R. Sobre as utilidades do Cadastro Único. Texto para Discussão Nº 1414. Rio de Janeiro: IPEA, 2009.

ODS1 – Fin de la pobreza
ODS10 – Reducción de las desigualdades

Entérese